sábado, 30 de marzo de 2013

Historias improvisadas 1: Dormir

    "Otro pabellón que se abre, otra escuela entre rejas, otra flor que no esta"  Sonaba en sus parlantes, realmente, ya rozaba el sueño a este punto, y, no realizaba el contexto en el que se encontraba y la música solo lo acompañaba en esta odisea a travez de las noches, en esperar a la llegada del día siguiente. 
      Llevaba cerca de 4 días sin dormir, y no debía siquiera descansar la vista, la cinta lo presionaba demasiado fuerte y debía cambiarla cada tanto, el propio peso de los parpados la desgastaba, sentía incluso el dolor de los raspones que le ocasionaba estirar la piel alrededor de sus ojos, la pantalla de la computadora casi limpia no mostraba mas que falsos intentos de contacto con alguien y una leve imagen de su rostro totalmente demacrado y exhausto, casi perdido en la inmensidad de la red, no valía la pena discernir a este punto y mucho menos atacarse a si mismo por el hecho al miedo humano, su habitación ya era un bastión impenetrable contra lo que el había llamado, "la condena del sueño". Desde hace ya casi una semana que no salia de su cuarto lo había llenado de cosas, comida muebles, entretenimiento, incluso una pequeña heladera y un horno a gas para calentar sus comidas, unas cuantas alarmas que sonaban cada 15 minutos lo mas fuerte que podían impidiendo que duerma de cualquier manera, baldes de agua, drogas o medicamentos, parecía la manera mas fácil de atestiguar en contra de la tragedia, que estaba fuera de esa habitación, la cual realmente no era tan grande, y ocupaba un pequeño espacio de 4x6, no tan acogedor pero en ese momento con lo necesario, se acumulaba en la habitación azul y al costado izquierdo junto al perchero marrón  por detrás de la cama, que realmente, nunca mas usaría  no sabia si realmente era con lo ojos o solo un sueño mal que le carcomía la conciencia por las noches el cual se extendía mas de lo acostumbrado, pero era real y lo sabia, el cansancio, el miedo, los olores, todos sentimientos y familiaridades que marcaban  la base de que era muy real y no cualquier otra clase de cosa, solo seguía en pie, en esa silla como el soldado mas leal de un legajo, movía su mano tomando el mouse, y el cursor solo se movía a través de la pantalla, miraba para fuera un poco, y repetía así, y, así una y otra vez.
    Una falsa esperanza motiva todo, no todos podrían haber muerto, y así era, alguno seguían de pie, otros solo volaban y otros corrían a los bastos verdes del final de la calle, que era su pequeño universo en esa pantalla, algunos quedaban y era su único medio de comunicación, para darse esperanza mutua, para no caer ante "la muerte blanca" que se expandía extendiendo su condena, solo morían y no sabían porque, dormir era morir, morir calidamente en un sueño eterno, en una brisa ligera que congelaba el alma cuanto podría alguien durar a un impulso tan sensible y tan arraigado por las costumbres...No tomo nada mas que 3 días mas, casi a la misma hora de la mañana en que todo esto comenzó  despego las cintas adhesivas de sus ojos, se tiro sobre su cama como nunca lo hizo, la abrazo, y cerro tiernamente los ojos por ultima vez

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